Oct 04, 2023
Hacer heno mientras brilla el sol: almacenar el calor solar en sal fundida
Hacer heno mientras brilla el sol es un viejo adagio que anima a aprovechar
Hacer heno mientras brilla el sol es un viejo adagio que anima a aprovechar las condiciones favorables mientras duren. En el contexto de la energía renovable, este dicho es particularmente relevante ya que los investigadores e ingenieros trabajan incansablemente para desarrollar métodos eficientes y rentables para aprovechar y almacenar la energía solar. Una de esas tecnologías prometedoras es el uso de sales fundidas para almacenar el calor solar, que ofrece una solución sostenible y fiable a la naturaleza intermitente de la energía solar.
La energía solar se ha promocionado durante mucho tiempo como una fuente de energía limpia y abundante, pero su naturaleza intermitente ha sido un obstáculo importante para su adopción generalizada. El sol solo brilla durante el día, e incluso entonces, la capa de nubes y otras condiciones climáticas pueden reducir la cantidad de luz solar que llega a los paneles solares. Esta variabilidad en la generación de energía solar hace que sea difícil depender de la energía solar como fuente primaria de electricidad. Para superar este desafío, los investigadores han estado explorando varios métodos de almacenamiento de energía solar para que pueda usarse cuando el sol no brilla.
Uno de estos métodos es el uso de sales fundidas como medio para almacenar el calor solar. La sal fundida es una mezcla de sales que se pueden calentar a temperaturas extremadamente altas, generalmente alrededor de 1000 grados Fahrenheit, sin descomponerse ni evaporarse. Esta propiedad hace que la sal fundida sea un candidato ideal para almacenar grandes cantidades de energía térmica, que luego se puede convertir en electricidad cuando sea necesario.
El concepto de usar sal fundida para almacenar calor solar no es nuevo, pero los avances tecnológicos recientes lo han hecho más factible y rentable. En un sistema típico de almacenamiento de energía con sales fundidas, la luz solar se concentra mediante espejos o lentes en una torre central que contiene la sal fundida. La luz solar concentrada calienta la sal a altas temperaturas, que luego se puede almacenar en tanques aislados para su uso posterior.
Cuando se necesita electricidad, la sal fundida caliente se bombea a través de un intercambiador de calor, donde transfiere su energía térmica a un fluido de trabajo, generalmente agua o vapor. Este fluido calentado luego impulsa una turbina, que genera electricidad. Una vez transferida la energía térmica, la sal fundida enfriada se devuelve al depósito de almacenamiento, donde puede ser recalentada por el sol y utilizada de nuevo en un ciclo continuo.
El uso de sales fundidas para almacenar calor solar ofrece varias ventajas sobre otros métodos de almacenamiento de energía. Primero, la sal fundida puede almacenar una gran cantidad de energía en un volumen relativamente pequeño, lo que la convierte en un medio de almacenamiento eficiente. En segundo lugar, las altas temperaturas de funcionamiento de los sistemas de sales fundidas permiten mayores eficiencias de conversión al generar electricidad, lo que puede ayudar a reducir el costo total de la energía solar. Finalmente, los sistemas de almacenamiento de sales fundidas requieren un mantenimiento relativamente bajo y tienen una larga vida útil, lo que puede contribuir aún más a su rentabilidad.
Varios proyectos de almacenamiento de energía con sales fundidas a gran escala ya están en funcionamiento en todo el mundo, y hay más en desarrollo. Un ejemplo notable es el Proyecto de Energía Solar Crescent Dunes en Nevada, que comenzó a funcionar en 2015. Esta instalación utiliza sal fundida para almacenar el calor solar recolectado de más de 10 000 espejos, y tiene una capacidad de almacenamiento de 1,1 gigavatios-hora, suficiente para alimentar 75 000 casas por un día.
A medida que el mundo continúa lidiando con los desafíos del cambio climático y la necesidad de fuentes de energía sostenibles, el uso de sales fundidas para almacenar el calor solar ofrece una solución prometedora. Al hacer heno mientras brilla el sol, podemos aprovechar el poder del sol y almacenarlo para usarlo cuando más se necesita, ayudando a crear un futuro energético más resistente y sostenible.